No es obligatorio, aunque si se prefiere, las partes pueden acudir acompañadas de su letrado. En todo caso, el mediador debe velar por que exista equilibrio e igualdad de condiciones entre todos los participantes. También es recomendable que cada parte consulte con su abogado para revisar el contenido del acuerdo, darle forma jurídica y, si procede, solicitar su homologación ante el juzgado.